lunes, 25 de marzo de 2013

observación


La tierra huele a humedad como promesas de flores que vendràn.
El polén flota en el aire,
pero es otoño.

Ya nada será como antes...
 la primavera se ha ido.
 No importa que el tiempo nos engañe,
en el fondo,
nosotros sabemos
que es el momento de esperar otra nueva primavera.


Por eso, todos huimos del sol
 y festejamos la lluvia que nos limpia.

Mientras,
los animales salvajes buscan guaridas preventivamente,
y  mis pies descalzos hacen ruido
al  acariciar las  hojas semimarchitas
que dibujan la mejor alfombra natural.
 Pero esas hojas ya están muertas,
son presagios del invierno que se asoma dudoso.

 Por eso, todos huimos del sol
 y festejamos la lluvia que nos limpia.

 Son los corazones que entienden
que llegó el instante de amar en silencio.

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